CINCO EJERCICIOS TIBETANOS PARA LOGRAR LA ETERNA JUVENTUD
Basado en el libro "Los Cinco Ritos del
Rejuvenecimiento" de Peter Kelder 1939, y posteriormente retomados por
Christopher S. Kilham y publicados en su libro "Los Cinco Tibetanos"
en donde se nos informa que estos ejercicios fueron aprendidos y compartidos al
mundo por un Coronel Británico retirado quien anduvo en busca del secreto de la
eterna juventud y llegó a un monasterio en los Himalayas, donde los practicó
durante 5 años diariamente, y a su regreso, nadie lo reconoció de lo joven que
se veía.
Los beneficios que se obtienen al practicar
diariamente estos ejercicios son:
1. Incremento
en la energía corporal.
2. Balance
la energía corporal
3. Mejoría
en la resistencia física.
4. Sensación
de bienestar.
5. Alegría
de vivir.
6. Regeneración
de células, tejidos, órganos y sistemas.
7. Mejoría
en las habilidades del cuerpo físico y mental.
Recomendaciones importantes:
1. Hay
que practicar los ejercicios con el estómago vacío.
2. Inspirar
siempre por la nariz y de la manera como se indica en cada ejercicio.
3. Exhalar
preferentemente por la nariz, aunque también puede ser por la boca.
4. Al
término de las repeticiones de cada uno de los ejercicios, haz la respiración
de "o"
5. Buscar
un espacio para realizarlos en tranquilidad y sin interrupciones.
6. Cada
ejercicio se debe repetir 21 veces para ver mayor beneficio. Pero
7. Se
gentil y paciente con tu cuerpo, escúchalo, hazle caso, aliméntate sanamente,
descansa y ve avanzando poco a poco en tu práctica.
¿Cuántas veces es recomendable repetir los
ejercicios?
1) La
primera semana es recomendable hacer 3 repeticiones de cada ejercicio.
2) Durante
las siguientes semanas se incrementan dos repeticiones de cada ejercicio, hasta
llegar a 21 repeticiones, de la manera siguiente:
a) 1er
semana, 3 veces cada ejercicio.
b) 2a
semana, 5 veces cada ejercicio.
c) 3a semana, 7 veces por cada ejercicio.
d) 10a
semana, habrás llegado a las 21
repeticiones de cada ejercicio.
Antes de comenzar, prepárate para seguir las
siguientes instrucciones:
·
Junta tus manos en postura de oración,
con las palmas juntas haciendo una ligera pero firme presión con los pulgares
sobre el esternón.
·
Realiza tres respiraciones largas y
profundas por la nariz.
·
Haz calentamiento, sobre todo en la
columna vertebral.
Respiraciones después de cada ejercicio:
De pie, con las manos en las caderas, inhala
profundamente por la nariz y exhala por la boca con los labios en forma de
"o", (al inhalar permite que tu abdomen se expanda suavemente y, al
exhalar, hala ligeramente el ombligo hacia adentro.)
Esta respiración se hace dos veces después de
cada ejercicio tibetano.
1er
Ejercicio Tibetano, "El Torbellino":
- De pie,
con los brazos estirados hacia los lados paralelos al piso, las palmas de
las manos hacia abajo con los dedos unidos, comenzamos a girar en el
sentido de las manecillas del reloj y sin parar, 3 veces la primer semana,
e ir incrementando de 2 a 3 repeticiones por semana hasta completar 21
giros.
- Debemos
inhalar y exhalar por la nariz profundamente mientras estamos girando para
evitar un poco el mareo.
Al concluir, nos paramos con los pies juntos
colocando las manos en las caderas. Tomamos una inhalación profunda por la
nariz, exhalando por la boca con los labios en forma de "o", (al
inhalar permite que tu abdomen se expanda suavemente y, al exhalar, hala
ligeramente el ombligo hacia adentro.)
Esta respiración se hace dos veces después de
cada ejercicio tibetano.
2° Ejercicio Tibetano, "La L":
- Acostado
sobre la espalda, con las piernas estiradas y juntas y los brazos
estirados y pegados al cuerpo con las palmas hacia el piso.
- Inhalas
por la nariz mientras levantas las piernas pasando un poco más de los 90°
sin flexionar las rodillas y al mismo tiempo levanta la cabeza llevando tu
barbilla hacia el pecho.
- Exhala
y regresa a la posición original.
- Repite
21 veces y al terminar ponte de pie, con las manos en las caderas, haz las
dos respiraciones indicadas después de cada ejercicio.
3° Ejercicio Tibetano, "La Tortuga":
- De
rodillas, con los dedos de los pies flexionados, apoyados en el piso.
- Las
manos se colocan sobre los músculos posteriores de los muslos, justo
debajo de los glúteos. La columna recta, con la barbilla pegada al pecho.
- Inhala
por la nariz arqueando tu espalda desde la cintura, deja caer la cabeza
hacia atrás tanto como puedas, sin lastimarte.
- Exhala
y regresa a la posición original.
- Repite
21 veces y ponte de pie para hacer las dos respiraciones indicadas.
4° Ejercicio Tibetano, "La Mesa":
- Sentado
con las piernas estiradas hacia el frente manteniendo la columna recta,
pon las palmas de tus manos en el piso, al lado de las caderas y con los
dedos juntos y apuntando hacia tus pies. La postura de las manos al lado
de las caderas es muy importante.
- Manteniendo
la columna recta, pega la barbilla hacia tu pecho.
- Inhala
por tu nariz al tiempo que levantas tus caderas y flexionas tus rodillas
para poder levantar el tronco de modo que quede en la misma línea de tus
muslos, paralelo al piso, dejando caer tu cabeza hacia atrás.
- Los
pies deben estar en el mismo lugar todo el tiempo, no permitas que se
deslicen. Los brazos permanecen estirados todo el tiempo, sin flexionar
los codos al inhalar.
- Repite
21 veces, ponte de pie y haz las dos respiraciones indicadas.
- No te
desalientes si al inicio no puedes levantar tus caderas ni un poquito,
visualízate haciéndolo y continúa intentando. En menos tiempo de lo que te
imaginas lograrás hacer este ejercicio con facilidad.
5° Ejercicio Tibetano, "La Cobra":
- Boca
abajo, con los pies ligeramente separados y las palmas de las manos en el
piso, debajo de tus hombros, pegadas a tu pecho y los dedos de los pies
flexionados, apoyados en el piso.
- Estira
tus brazos levantando el pecho y colocando la cabeza hacia atrás arqueando
la espalda y separando la pelvis del piso, de modo que el peso de tu
cuerpo quede distribuido entre las palmas de las manos y los dedos de tus
pies.
- Inhala
por la nariz al mismo tiempo que levantas tus caderas y metes un poco la
barbilla de modo que tu cabeza quede alineada con tu columna y forme con
tu cuerpo un triángulo perfecto.
- Jala
los talones hacia el piso.
- Exhala
y regresa a la posición original.
- Tu
cuerpo permanece en el aire durante todo el ejercicio a excepción de las
manos y los pies. Los brazos permanecen estirados todo el tiempo.
- Repite
todo el movimiento 21 veces suavemente y con ritmo.
- Al
terminar levántate y con los pies juntos y las manos en las caderas,
realiza las dos respiraciones indicadas al final de cada ejercicio.
Relajación y
Meditación:
- Al
terminar todos los ejercicios, recuéstate sobre tu espalda, con las palmas
hacia arriba y los pies ligeramente separados y totalmente relajados hacia
los lados.
- Cierra
los ojos y observa cualquier sensación en tu cuerpo.
- Relájate
un mínimo de 4 a 5 minutos respirando largo y profundo. Esta parte es muy
importante, evita omitirla.
- Permite
que la energía que se movió se distribuya por todo tu cuerpo.
- Al
terminar, comienza moviendo las muñecas y los tobillos, girándolos hacia
adentro y hacia fuera.
- Estírate
como si acabaras de levantarte.
- Siéntate
con las piernas cruzadas y la columna derecha. La cabeza alineada con tu
columna.
- Si
estás acostumbrado a meditar, puedes hacerlo en este momento. Si no,
puedes comenzar a hacerlo ya que esto te proporcionara un mayor bienestar.
Una manera de comenzar es concentrarte en tu respiración y sentirte muy
agradecido. Inicialmente dedica a este momento 5 minutos y puedes ir
incrementando el tiempo según lo desees.
- Al
terminar, junta tus manos en postura de oración, palma con palma, y haz de
una a tres respiraciones profundas.
Martha Imelda Yerenas
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