miércoles, 10 de diciembre de 2014

EJERCICIOS PARA LA ETERNA JUVENTUD


CINCO EJERCICIOS TIBETANOS PARA LOGRAR LA ETERNA JUVENTUD

 

Basado en el libro "Los Cinco Ritos del Rejuvenecimiento" de Peter Kelder 1939, y posteriormente retomados por Christopher S. Kilham y publicados en su libro "Los Cinco Tibetanos" en donde se nos informa que estos ejercicios fueron aprendidos y compartidos al mundo por un Coronel Británico retirado quien anduvo en busca del secreto de la eterna juventud y llegó a un monasterio en los Himalayas, donde los practicó durante 5 años diariamente, y a su regreso, nadie lo reconoció de lo joven que se veía.

 

Los beneficios que se obtienen al practicar diariamente estos ejercicios son:

1.     Incremento en la energía corporal.

2.     Balance la energía corporal

3.     Mejoría en la resistencia física.

4.     Sensación de bienestar.

5.     Alegría de vivir.

6.     Regeneración de células, tejidos, órganos y sistemas.

7.     Mejoría en las habilidades del cuerpo físico y mental.

 

Recomendaciones importantes:

1.     Hay que practicar los ejercicios con el estómago vacío.

2.     Inspirar siempre por la nariz y de la manera como se indica en cada ejercicio.

3.     Exhalar preferentemente por la nariz, aunque también puede ser por la boca.

4.     Al término de las repeticiones de cada uno de los ejercicios, haz la respiración de "o"

5.     Buscar un espacio para realizarlos en tranquilidad y sin interrupciones.

6.     Cada ejercicio se debe repetir 21 veces para ver mayor beneficio. Pero

7.     Se gentil y paciente con tu cuerpo, escúchalo, hazle caso, aliméntate sanamente, descansa y ve avanzando poco a poco en tu práctica.

 

¿Cuántas veces es recomendable repetir los ejercicios?

1)    La primera semana es recomendable hacer 3 repeticiones de cada ejercicio.

2)    Durante las siguientes semanas se incrementan dos repeticiones de cada ejercicio, hasta llegar a 21 repeticiones, de la manera siguiente:

a)    1er  semana, 3 veces cada ejercicio.

b)    2a  semana, 5 veces cada ejercicio.

c)     3a  semana, 7 veces por cada ejercicio.

d)    10a  semana, habrás llegado a las 21 repeticiones de cada ejercicio.

 

Antes de comenzar, prepárate para seguir las siguientes instrucciones:

·       Junta tus manos en postura de oración, con las palmas juntas haciendo una ligera pero firme presión con los pulgares sobre el esternón.

·       Realiza tres respiraciones largas y profundas por la nariz.

·       Haz calentamiento, sobre todo en la columna vertebral.

Respiraciones después de cada ejercicio:

De pie, con las manos en las caderas, inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca con los labios en forma de "o", (al inhalar permite que tu abdomen se expanda suavemente y, al exhalar, hala ligeramente el ombligo hacia adentro.)

Esta respiración se hace dos veces después de cada ejercicio tibetano.

 

1er Ejercicio Tibetano, "El Torbellino":

  • De pie, con los brazos estirados hacia los lados paralelos al piso, las palmas de las manos hacia abajo con los dedos unidos, comenzamos a girar en el sentido de las manecillas del reloj y sin parar, 3 veces la primer semana, e ir incrementando de 2 a 3 repeticiones por semana hasta completar 21 giros.
  • Debemos inhalar y exhalar por la nariz profundamente mientras estamos girando para evitar un poco el mareo.

Al concluir, nos paramos con los pies juntos colocando las manos en las caderas. Tomamos una inhalación profunda por la nariz, exhalando por la boca con los labios en forma de "o", (al inhalar permite que tu abdomen se expanda suavemente y, al exhalar, hala ligeramente el ombligo hacia adentro.)

Esta respiración se hace dos veces después de cada ejercicio tibetano.

 

  Ejercicio Tibetano, "La L":

  • Acostado sobre la espalda, con las piernas estiradas y juntas y los brazos estirados y pegados al cuerpo con las palmas hacia el piso.
  • Inhalas por la nariz mientras levantas las piernas pasando un poco más de los 90° sin flexionar las rodillas y al mismo tiempo levanta la cabeza llevando tu barbilla hacia el pecho.
  • Exhala y regresa a la posición original.
  • Repite 21 veces y al terminar ponte de pie, con las manos en las caderas, haz las dos respiraciones indicadas después de cada ejercicio.

 

  Ejercicio Tibetano, "La Tortuga":

  • De rodillas, con los dedos de los pies flexionados, apoyados en el piso.
  • Las manos se colocan sobre los músculos posteriores de los muslos, justo debajo de los glúteos. La columna recta, con la barbilla pegada al pecho.
  • Inhala por la nariz arqueando tu espalda desde la cintura, deja caer la cabeza hacia atrás tanto como puedas, sin lastimarte.
  • Exhala y regresa a la posición original.
  • Repite 21 veces y ponte de pie para hacer las dos respiraciones indicadas.

 

  Ejercicio Tibetano, "La Mesa":

  • Sentado con las piernas estiradas hacia el frente manteniendo la columna recta, pon las palmas de tus manos en el piso, al lado de las caderas y con los dedos juntos y apuntando hacia tus pies. La postura de las manos al lado de las caderas es muy importante.
  • Manteniendo la columna recta, pega la barbilla hacia tu pecho.
  • Inhala por tu nariz al tiempo que levantas tus caderas y flexionas tus rodillas para poder levantar el tronco de modo que quede en la misma línea de tus muslos, paralelo al piso, dejando caer tu cabeza hacia atrás.
  • Los pies deben estar en el mismo lugar todo el tiempo, no permitas que se deslicen. Los brazos permanecen estirados todo el tiempo, sin flexionar los codos al inhalar.
  • Repite 21 veces, ponte de pie y haz las dos respiraciones indicadas.
  • No te desalientes si al inicio no puedes levantar tus caderas ni un poquito, visualízate haciéndolo y continúa intentando. En menos tiempo de lo que te imaginas lograrás hacer este ejercicio con facilidad.

 

  Ejercicio Tibetano, "La Cobra":

  • Boca abajo, con los pies ligeramente separados y las palmas de las manos en el piso, debajo de tus hombros, pegadas a tu pecho y los dedos de los pies flexionados, apoyados en el piso.
  • Estira tus brazos levantando el pecho y colocando la cabeza hacia atrás arqueando la espalda y separando la pelvis del piso, de modo que el peso de tu cuerpo quede distribuido entre las palmas de las manos y los dedos de tus pies.
  • Inhala por la nariz al mismo tiempo que levantas tus caderas y metes un poco la barbilla de modo que tu cabeza quede alineada con tu columna y forme con tu cuerpo un triángulo perfecto.
  • Jala los talones hacia el piso.
  • Exhala y regresa a la posición original.
  • Tu cuerpo permanece en el aire durante todo el ejercicio a excepción de las manos y los pies. Los brazos permanecen estirados todo el tiempo.
  • Repite todo el movimiento 21 veces suavemente y con ritmo.
  • Al terminar levántate y con los pies juntos y las manos en las caderas, realiza las dos respiraciones indicadas al final de cada ejercicio.

 

Relajación y Meditación:

  • Al terminar todos los ejercicios, recuéstate sobre tu espalda, con las palmas hacia arriba y los pies ligeramente separados y totalmente relajados hacia los lados.
  • Cierra los ojos y observa cualquier sensación en tu cuerpo.
  • Relájate un mínimo de 4 a 5 minutos respirando largo y profundo. Esta parte es muy importante, evita omitirla.
  • Permite que la energía que se movió se distribuya por todo tu cuerpo.
  • Al terminar, comienza moviendo las muñecas y los tobillos, girándolos hacia adentro y hacia fuera.
  • Estírate como si acabaras de levantarte.
  • Siéntate con las piernas cruzadas y la columna derecha. La cabeza alineada con tu columna.
  • Si estás acostumbrado a meditar, puedes hacerlo en este momento. Si no, puedes comenzar a hacerlo ya que esto te proporcionara un mayor bienestar. Una manera de comenzar es concentrarte en tu respiración y sentirte muy agradecido. Inicialmente dedica a este momento 5 minutos y puedes ir incrementando el tiempo según lo desees.
  • Al terminar, junta tus manos en postura de oración, palma con palma, y haz de una a tres respiraciones profundas.

 

 

Martha Imelda Yerenas

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